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El pueblo de Cos pertenece al municipio de Mazcuerras. Se sitúa en la vega fluvial formada por el Río Saja, protegido por la barrera natural de la Sierra del Escudo de Cabuérniga. Estos dos elementos físicos van a determinar el asentamiento humano en la zona, que según los restos hallados en la necrópolis de Tresileja, data del siglo VIII.

La aldea se organiza en alveolos irregulares o celdillas, con casas en hileras formando pequeños barrios o corraladas a los que se accede por calles estrechas. Esta estructura que tiene su origen en la Edad Media perdura en la actualidad. La evolución desde las casas llanas medievales hasta las casonas y palacios barrocos, es el claro ejemplo de desarrollo de una arquitectura rural culta y viva que se ha adaptado al entorno, al trazado de antiguos caminos y a las ideas de repobladores, caminantes e indianos.

Realicemos ahora un recorrido autoguiado por los lugares más significativos de Cos. Descubriremos detalles de este enclave rural que nos acercan a su origen medieval y a la evolución de la arquitectura desde entonces hasta la época contemporánea.

ITINERARIO

Iglesia Santiago Apóstol y necrópolis de Tresileja

Iglesia del siglo XVII-XVIII realizada en piedra de sillería, formada por una nave rectangular con un pequeño ábside con canecillos, crucero abovedado y torre cuadrada de cuatro alturas. Destaca la puerta de acceso rematada con arco de medio punto decorado con elementos clasicistas. Tanto en el interior como en el exterior de la iglesia se conservan elementos de tradición románica.

Es en el año 1990, durante unas obras realizadas en torno a la Iglesia, cuando se localiza el yacimiento conocido como “necrópolis de Tresileja” (s. VIII). Tumbas de lajas orientadas oeste-este según cánones cristianos, fragmentos de cerámica pintada y restos de muros de un antiguo templo son el testimonio más antiguo acerca de los orígenes de Cos.

Conjunto de casas o corralada barroca

Esta hilera de casas adosadas, con el sistema habitual de compartir muro medianil, forma una pequeña corralada aislada de los vientos. El conjunto está formado por casas de dos plantas con solana sencilla y un profundo soportal; los muros de la planta inferior son de mampostería con piedra de sillería en los esquinales, puertas y ventanas.

Destaca en el primer conjunto izquierdo una casa de dos plantas con solana y soportal que posee un arco de medio punto mostrando que en su origen fue una Casa llana.

Casa-torre de Cos (s. XVI)

Situada frente a la iglesia encontramos la casa-torre de la familia Cos, una de las más poderosas del Valle de Cabezón. Es una torre para el control de la zona, pero sobre todo para vivir. Edificio con muros de sillería, de planta cuadrada y dos alturas, en la que destaca el arco de medio punto con grandes dovelas de sillería, la escasez de vanos y un escudo cuartelado del linaje de Cos.

La iglesia y el linaje de Cos son los dos elementos más antiguos, entorno a los cuales se va a producir el poblamiento de Cos en la Edad Media. Tanto la iglesia como esta casa-torre se sitúan en torno a la principal vía de comunicación de la época, el Camino Foramontano, hoy recuperado como recurso turístico siguiendo el antiguo trazado: Ruta de los Foramontanos.

Casona-palacio barroco clasicista (s. XVII-XVIII)

Ejemplo de casa de propietarios acomodados, ésta casona montañesa fue propiedad de D. Manuel de la Campa y Cos, hermano del conde Don Fernándo de la Campa y Cos, acaudalado terrateniente indiano nacido en Cos en el año 1676. Son casas con solana y soportal llevadas a su máximo desarrollo, levantadas con ánimo de ostentación, como muestra su monumentalidad y la colocación de escudos en la fachada principal. Muchas de ellas van a ser levantadas por nobles hidalgos, o por los primeros indianos o jándalos (emigrados a Andalucía), que regresan con fortuna y levantaban casas ostentosas para diferenciarse socialmente del resto.

Este edificio de planta rectangular y fachada de sillería consta de planta baja con un amplio zaguán (o soportal) al que se accede a través de tres arcos de medio punto, y planta primera con una amplia solana dividida en cinco tramos con balaustrada de madera decorada. La portalada de acceso, con escudo timbrado con las armas de Campa y de Cos, fue trasladada a Comillas.

Casa llana con pajareta (s. XVI)

La Casa llana renacentista del siglo XVI es el tipo de casa más antiguo conservado en el municipio. Son edificios de piedra, muy sencillos, de planta rectangular y tejado a dos aguas que se prolonga para configurar el portalón o soportal. En origen la distribución interior es muy sencilla, con espacios abiertos, un hogar que hace de cocina-comedor y una zona en origen compartida por personas y rebaños dividida por muro. En el caso de las construcciones más antiguas es fácil distinguir un arco de medio punto con grandes dovelas, en ocasiones apuntado, sobre la puerta de acceso; ese detalle, en sillería, confiere a las casas llanas el sobrenombre de “renancentistas”.

La casa con pajareta y con protosolana es el siguiente paso en la evolución de estas construcciones: la casa llana aumenta su altura para dar mayor capacidad de almacenaje al pajar, dotando a la vivienda de un cuarto alto. Este altillo se abría al portalón mediante una celosía de madera conocida como “la pajareta” que permitía mantener su ventilación y secar la cosecha.

Torre gótica (s. XIII-XIV)

Nos situámos frente al solar que da origen al linaje de Cos en el siglo XII. Torre de planta cuadrada con muros de mampostería y sillares en los esquinales. Destaca el arco apuntado formado por dovelas de sillería de la puerta, una ventana saetera en el muro Este y puntos de vigilancia en los esquinales. Según documentos antiguos poseía un foso y un pequeño puente levadizo.

A diferencia de la casa-torre, es una torre más pequeña con una función relacionada con el control y vigilancia de la zona, en un momento en que las guerras entre diferentes linajes de la zona son frecuentes (guerras banderizas).

Antigua finca del Concejo con forma alveolar

Este tipo de finca es un claro ejemplo de cómo se va a organizar el terreno a partir del siglo XVI; en una serie de solares de diferentes tamaños y forma irregular, en forma de celdillas (o alveolos), que se van dividiendo internamente a medida que van creciendo las familias y la edificación.

Ejemplo de uno de estos alveolos, según nos indica el nombre del barrio donde se localiza (Los Corrales), esta finca regulada por el Concejo era el corral donde se guardaba el ganado de los vecinos.

Sabías que… los “Concejos” eran entes administrativos que controlaban la vida económica, administrativa y social del mundo rural en el Antiguo Régimen, en donde participaban todos los vecinos para gestionar sus intereses comunes. Se reunían en Concejo Abierto, es decir, reuniendo a todos los habitantes de la localidad que tuvieran la condición de vecino; en este contexto, los solteros emancipados y las mujeres casadas o viudas carecían de este derecho, contando como almas, pero no como vecinos. Eran convocados por la autoridad de la comunidad (los regidores), normalmente a son de la campana y en el pórtico de la Iglesia.

Casas llanas (s. XVI)

Este tipo de casas son las más antiguas que vamos a encontrar en Cos. Las primeras casas llanas aparecerán aisladas rodeadas de huerto. A medida que las familias van creciendo se van adosando nuevas casas, hasta formar las hileras, y se van dividiendo los solares.

Nos encontramos con una hilera de casas adosadas con el sistema de unión del muro medianil, facilitando la agregación de parcelas, la unión de casas de la misma familia o el ahorro económico.

Debido a la mejora económica que supuso la expansión del cultivo del maíz y la aparición de nuevos propietarios, este tipo de casa va a ir evolucionando; aumentarán en altura y aparecerán nuevos espacios funcionales como la solana y el soportal. La casa se va a convertir en un espacio fundamental, desarrollándose un modelo arquitectura rural propio tan característico de nuestra región.

Chalet ecléctico Quinta Rivero (s. XIX)

Construido por el indiano Claudio Rivero de la Vega en una gran finca, con plantas exóticas (como recuerdo de las americanas) y varias dependencias anejas como la cochera o estancias para el chófer o mecánico. La cochera la podemos observar en la finca colindante izquierda hoy en día convertida en vivienda.

Destacamos la asimetría de los volúmenes exteriores, muy característico del estilo ecléctico-pintoresco, que permite una planificación que diferencia la funcionalidad de las diferentes estancias. Cabe también destacar los grandes miradores, ventanales y la torre que busca dar iluminación y ventilación al edificio y abrirlo al exterior. Los materiales de construcción de la misma son la piedra artificial de cantería y la madera en zócalos, entarimados y artesonados.

Este modelo de casa rompe con lo que hasta entonces existía en el pueblo; aparece en escena una nueva clase social, una burguesía con dinero, bien relacionada y de negocios. Muchos son emigrantes que marcharon a América y vuelven enriquecidos a su lugar de origen. Buscan diferenciarse de los viejos linajes y para ello van a hacer majestuosas casas que se abren al exterior mostrando así su exuberancia y riqueza. Un ejemplo de ello, es el cierre delantero de la finca con verjas de hierro y no con muros altos que buscan intimidad.

Palacio Clasicista (s. XVIII)

Palacio de estilo neoclásico de planta rectangular, tejado a cuatro aguas y fachada de sillería. Destaca su distribución simétrica y regular, con una puerta de entrada centrada, sencilla ornamentación geométrica y sólo tres pequeños vanos en la planta superior.

Se realiza en un momento de apogeo de la aldea. Estos palacios empiezan a diferenciarse de las casonas y palacios tradicionales, manifestando el poder de las familias (hidalgos rurales, ricos comerciantes e indianos), mezclando elementos de tradición clásica. Los sillares regulares y la sencilla ornamentación dan cierta solemnidad al edificio y son una muestra de prestigio y poder.

Molino-central eléctrica de Serrallo

Antiguo molino harinero, que a principios del siglo XX se transformó en central eléctrica. El edificio ha sido restaurado pero mantiene algunos elementos del molino antiguo, como el canal de derivación, un pequeño azud de piedra y una exclusa.

El molino se localiza en una gran parcela conocida como “Mies”, que son extensiones de terreno situadas en torno al núcleo de población donde se cultivaba el maíz y otros cereales panificables. El maíz que se obtenía en estas mieses era procesado en el molino para así conseguir harina y con ello fabricar el pan de borona, uno de los alimentos tradicionales en nuestra región hasta mediados del siglo XX.