La ruta de Colsa a Ozcaba atraviesa el cordal que separa los valles del río Queriendo y del arroyo Cambillas. El itinerario sigue el antiguo camino de Castilla por Tambuey pasando por Venta Vieja y Venta Mostajo. En ciertas partes del camino incluso se llegará a pasar por la calzada original.
Partimos desde Colsa, de una plazuca con bebedero que hay en la parte de arriba del pueblo, y donde podemos aparcar el coche. Tras atravesar un paso canadiense, seguimos la pista hacia la izquierda. Iremos ascendiendo la cordal que divide los valles de los ríos Queriendo y el Cambillas, rodeando el Cueto – que si algún caminante quiere disfrutar de una amplia panorámica puede desviarse hasta su cima, Campanucas –, el monte Gurugú y el punto geodésico de Sobrecomillas con sus 1272 metros de altura. La mayor parte del camino son zona de pastos, apareciendo bosques de hayas (Fagus sylvática), brezos (Erica), y esporádicamente cajigas (Quercus robur), serbales y mostajos (Sorbus spp). Llegaremos hasta Venta Vieja, en la actualidad es un refugio pero en su tiempo era una de las ventas del camino de Castilla donde caminantes y comerciantes hacían parada, al igual que un poco más adelante, en la Venta del Mostajo. El camino ahora es un amplio sendero, irregular con algunos enlosados originales, que nos ofrece una bella panorámica del Valle del Argoza, las sierras de Peña Labra – Tresmares y Peña Sagra.
El último tramo, tras pasar Tambuey, finaliza en Ozcaba, lugar donde se junta el camino que viene de Bárcena Mayor para continuar hacia La Cruz de Fuentes. Nos podemos acercar hasta el Balcón de La Cardosa, situado a un kilómetro de este punto, carretera abajo y disfrutar de las vistas que ofrece este mirador sobre el Monte Saja.
- Tipo de ruta: Lineal.
- Distancia total: 22 km (ida + vuelta).
- Dificultad: Baja.
- Tipo de camino: Pista.
- Agua potable: En Colsa.
- Época recomendada: Cualquier época (precaución en invierno por nieve).
- Señalización: Señalizado con marcas blancas y rojas.
- La ciclabilidad de la ruta es casi del 100% aunque existen tramos que conservan el empedrado muy resbaladizo y otras zonas muy encharcadas, al menos en época de lluvias.