Bárcena Mayor
Enclavado en el corazón del Parque Natural Saja Besaya, nos ofrece junto con su arquitectura popular montañesa un visita donde retroceder en el tiempo y en el espacio.
Enclavado en el corazón del Parque Natural Saja Besaya, nos ofrece junto con su arquitectura popular montañesa un visita donde retroceder en el tiempo y en el espacio.
Con espléndidas casonas y un caserío tradicional bien conservado, constituye uno de los conjuntos de arquitectura rural más representativos de Cantabria.
Carmona es conocida como “La flor de los Albarqueros”, artesanos que trabajaban la madera haciendo albarcas. Declarado Conjunto Histórico Artístico, sus calles, casonas y su Palacio bien merecen su visita.
Desde casas llanas medievales hasta casonas y palacios barrocos, un claro ejemplo para comprender la evolución de la aldea tradicional cántabra.
Lamiña es uno de los asentamientos de población más antiguos del valle del Saja, y constituye por su localización, una atalaya dominante sobre éste.
Su particular organización lineal refleja parte de una historia ligada al devenir de un camino, el que desde época medieval daba salida al valle del Saja hacia Castilla.
Nombrado “Pueblo de Cantabria 2008” Mazcuerras nos descubre a través de este recorrido sus valores históricos, culturales y ambientales.
Ruente quiere decir “fuente”, de ahí viene su nombre, y junto a ella, cruzada por un puente medieval que facilitaba el tránsito en el Camino Real, ha forjado su historia.
Asentado a pie de monte, Ucieda es la primera referencia para quien accede al Valle de Cabuérniga o para quien pretende admirar las entrañas del Parque Natural Saja-Besaya.
El patrimonio construido en torno a sus barrios junto a la mies, el monte y los bosques, refleja una forma de vida en perfecta simbiosis con la naturaleza.