Este cuarto Menú Viajero es de poca dificultad, relajado y para hacer en familia.

Calzamos botas y comenzamos por una ruta que hace que muchos fines de semana nos visiten: “Las Cascadas de Lamiña” o llamadas también “Cascadas de Úrsula”. Hay varias formas de hacer esta ruta: de forma lineal, partiendo de Lamiña o Barcenillas regresando por la misma pista al lugar de inicio. O de forma circular, tomando cualquiera de los pueblos como lugar de inicio y haciendo el recorrido completo.

Algunas sugerencias a la hora de hacer la ruta:

  • Para familias con niños es más sencillo hacerlo lineal.
  • Si es en verano, es mejor ir entre semana porque los fines de semana está más saturado. Y no olvide llevar agua, gorra y protección solar.
  • Si los días anteriores a la ruta ha llovido, llevar calzado de agua porque hay que cruzar el río (y no hay puente…).

Una vez comenzamos este bello paseo, si optamos por hacerlo desde Lamiña, encontraremos a nuestro paso la ermita de San Fructuoso. Este edificio fue construido sobre el antiguo monasterio de San Fructuoso que ya era citado en el año  978 en el Cartulario de Covarrubias :“in Kaornega illo monasterio Sancti Fructuosi que vocitant illa Mima …” . Su interior no se visita, pero si a algún afortunado le coincide abierto (pueden aprovechar el 9 de septiembre que es su festividad), verá que en su interior custodia un sarcófago del siglo IX, una joya del arte medieval. Continuamos el camino atravesando el bosque de ribera y los saltos de agua que hacen de antesala a nuestro destino: Las Cascadas de Lamiña.

Regresamos de la caminata y es tiempo para el descanso y para conocer la cultura gastronómica. Tanto en Lamiña como en Barcenillas podemos degustar guisos caseros como el cocido montañés, alubias o alguno de los diferentes tipos de carnes y postres caseros,  que servirán como reconstituyente para el cuerpo… y la mente.

Para la tarde reservamos nuestra visita autoguiada de Barcenillas. “El pueblo de las casonas” como es conocido, nos recibe con la tranquilidad de sus calles. Fue un pueblo donde los canteros hicieron buenos trabajos. Uno de los detalles más curiosos de este trabajo artesano, lo encontramos en las diferentes decoraciones que podemos observar en las ventanas de Barcenillas. ¡Anímate a buscarlas!

¿Salimos a degustarlo?

 

RUTA CASCADAS DE LAMIÑA
VISITA AUTOGUIADA POR BARCENILLAS