En nuestra propuesta número 5, vamos a empezar por uno de los pueblos que reciben al visitante que entra al Valle de Cabuérniga, tras dejar atrás la Hoz de Santa Lucía: Ruente. Pueblo de leyendas, fuentes y buena gastronomía.

Antes de degustar el sabor que nos ofrece Ruente, vamos a hacer un poco de ejercicio marchando hacia uno de los bosques que nos ofrece la oportunidad de pasear entre sus árboles centenarios: la Ruta de Monte Aá. Es una ruta de unos 10 km totales (ida y vuelta) donde el ascenso se realiza suavemente. Una vez que llegamos a un cartel que nos indica el dibujo de tres árboles, dejamos la pista forestal por la que hemos llegado para entrar dentro de una zona donde nos esperan los Árboles Singulares de Monte Aa: Mellizo, Belén y los restos del Cubilón. Aunque no están identificados con distintivo alguno, simplemente el paseo tranquilo y la quietud que nos ofrece el bosque, merece la pena el llegar hasta allí. A nuestro regreso, tenemos la opción de continuar la pista que antes abandonamos y subir hasta el Cueto de Herranz García. Este punto, situado en la cresta de la Sierra del Escudo, ofrece unas vistas inmejorables de la costa, los valles, la Cordillera Cantábrica y Picos de Europa. Es recomendable con buen tiempo para poder apreciar la panorámica.

Después del esfuerzo siempre llega la recompensa…el momento gastronómico! Tanto Ruente como el vecino pueblo de Ucieda, al que luego se dirigirán nuestros pasos, ofrece una amplia variedad de restaurantes, tanto de cocina tradicional como de cocina con un toque moderno. Podemos probar el típico cocido montañés, la carne de vaca de tudanca en diferentes versiones como chuletón o en hamburguesa o tortos de maíz -tipo de tortita de harina de maíz que junto con el pan de maíz, la borona, sirvió de alimento en nuestra región- que pueden estar acompañados de chorizo, huevos o algún queso de Cantabria.

Por la tarde, primero sugerimos recorrer Ruente con la visita autoguiada. La Fuentona hace de anfitriona de este paseo que nos ayudará a conocer más a fondo su historia, su palacio y las casonas montañesas que lo componen.

Al finalizar nos trasladamos a Ucieda, pueblo con buena arquitectura rural y puerta del Parque Natural Saja Besaya. Desde el pueblo seguiremos la carretera que nos lleva hasta la Campa de Ucieda, un área recreativa en el corazón del Parque. Para las familias con niños (y también con mayores) se recomienda hacer el Sendero Adaptado para Invidentes Río Bayones. Es un recorrido de unos 2 kilómetros que cuenta con varios paneles a lo largo del recorrido. En ellos aparecen detalles de la naturaleza en relieve como las huellas de un osos, hojas de roble, haya… y su explicación en Braille. Es muy didáctico, se puede jugar a cubrir los ojos e intentar adivinar qué es lo que se interpreta en el panel. Un juego donde podemos participar todos!

De aquí también parten otros recorridos de senderismo, pero con mayor dificultad, como la “Ruta Monte Río de los Vados” o también conocida como “Ruta de Los Puentes”, o la “Ruta de Hayacorva”. Cualquiera de ellas sirve como alternativa a la “Ruta de Monte Aá” que proponíamos por la mañana.

¿Qué os parece el menú?

 

RUTA ROBLEDAL DE MONTE Aá
VISITA AUTOGUIADA POR RUENTE
LA FUENTONA
SENDERO ADAPTADO PARA INVIDENTES DEL RÍO BAYONES
RUTA MONTE RÍO DE LOS VADOS
DÓNDE COMER